Chetumal.- Escuela. Es la que sin duda dejó a su paso Calixto Caballero May como maestro de ceremonias en Quintana Roo y que hoy llegó a su fin durante la ofrenda floral que autoridades de los tres órdenes de gobierno llevaron a cabo en la glorieta alusiva al Comité Proterritorio.
Con su voz cortada, quizá por la nostalgia de saber que sería su último acto público, el profesor Calixto Caballero dio lectura al orden del día, similar a como lo hizo durante los 45 años ininterrumpidos que fungió como orador oficial de eventos de gobierno.
Mejor escenario no pudo escoger Calixto Caballero, lo hizo ante la multitud de la nueva generación de políticos quintanarroenses, ante el gobernador Beto Borge y frente a su amigo, Pedro Flota Alcocer.
Sin temor alguno podemos asegurar que Calixto Caballero entregó su juventud y capacidad a Quintana Roo. Sus últimos 45 años los dedicó a servir a la sociedad.
Hoy cierra un capítulo de su vida, quizá el que mayor alegría y sinsabores otorgó. Hoy comienza una nueva forma de vida. Hoy ronroneó con la espinilla de querer volver a los escenarios, pero necesariamente deberá anteponer su salud por encima de cualquier acto que atente contra ella.
No queda más, como chetumaleño, como quintanarroense, pero sobre todo, como comunicador, ser el portavoz del retiro del ícono de la representación política.