Gumersindo Jiménez Cuervo, director general, protege a sus subalternos que abusan de las mujeres policías.
Si no hay favores sexuales, no hay beneficios para las mujeres.
OPB.-Mujeres policías que integran la Policía Preventiva Municipal de Othón P. Blanco, denunciaron públicamente el abuso hacia ellas y la ciudadanía que cometen los mandos y son solapados por el director general, Gumersindo Jiménez Cuervo.
En un escrito enviado a la redacción de este medio, las mujeres policías denunciaron la prepotencia y abusos del subdirector operativo, Juan Manuel Gutiérrez Tágano, compadre de Jiménez Cuervo, quien ocupa el cargo sin contar con el perfil y los estudios que marca la legislación correspondiente.
De acuerdo a las mujeres policías, Gutiérrez Tágano sólo beneficia a quienes le ofrecen «favores sexuales», que son aquellas a quienes les dan permisos permanentes, no sufren arrestos, los envían a ubicaciones privilegiadas y las suben a las patrullas en correspondencia a sus «favores».
Aquellas que no acceden a las peticiones de los mandos, incluido el propio Gumersindo Jiménez Cuervo, son castigadas poniéndolas en los servicios más peligrosos, las someten a caminatas con la policía de proximidad, las mandan de partida, no les conceden permisos y por cualquier motivo las arrestan.
De acuerdo a las mujeres policías de Othón P. Blanco, un ejemplo de esto fue la prepotencia y abuso de autoridad cometido hace quince días por Juan Manuel Gutiérrez Tágano, cuando ordenó a la policía Yahaira Rodríguez Cabañas que arreste y suba a una patrulla a una señora en el bulevar de la ciudad.
Esta Sra. de la cual se omite su nombre por respeto, quien no estaba haciendo nada indebido, de hecho estaba en compañía de sus dos menores hijos, uno de ellos de apenas meses de edad, intentó apelar al criterio y después al humanismo de Gutiérrez Tágano, explicándole que no la podían llevar porque no había cometido ningún delito, pero aún peor, porque estaban en el vehículo de su propiedad sus hijos.
El Subdirector Operativo, prepotente como es, ordenó su arresto y traslado a la cárcel pública municipal, dejando los niños en el interior del vehículo por más de una hora, sólos, sin que nadie se hiciera cargo de ellos.
Como castigo a este acto de impunidad policiaca, Gumersindo Jiménez Cuervo sólo castigó al mando con 15 días de suspensión, cuando el reglamento aplicable determina incluso la baja vergonzosa de la corporación.
Otro ejemplo, es que el Ayuntamiento Othón P. Blanco está poniendo al servicio de la sociedad una nueva modalidad de seguridad a la que llaman «Reclutas», personas que no son policías, pero desempeñan el servicio como si lo fueran. En una primera fase se contrataron a 30 reclutas, y se les hizo firmar contrato. En la segunda fase contrataron a 40, pero ahora, sin ningún tipo de contrato firmado.
A estos reclutas se les paga con lista de raya. No tienen ninguna prestación, y tampoco se justifica con documentos firmados los pagos que ellos reciben. Pero eso sí, a las mujeres reclutas, se les ve en las patrullas permanentemente.
Ante toda esta situación, las mujeres policías solicitan la intervención urgente del presidente municipal, Eduardo Espinosa Abuxapqui, para poner un alto a los mandos de la Policía Preventiva Municipal, para que estos, en lugar de abusar de sus subordinadas y de la sociedad, se dediquen a trabajar en bien de la comunidad.