Los enormes dividendos que arroja la Secretaría General del Sindicato Único de Choferes y Automóviles en Alquiler (SUCHAA) de Chetumal, hacen de ésta una atractiva joya a la que muchos aspiran para poseer no sólo riqueza, sino el poder sobre los cerca de 5 mil socios y martillos que integran dicho gremio, y alimentan diariamente sus arcas a través de las nada despreciables cuotas sindicales.
Ni que decir del poderío que el SUCHAA ha alcanzado con el correr de los años, convertido hoy en uno de los bastiones fundamentales del partido en uso del poder oficial en los procesos electorales, garantizando una importante suma de sufragios a cambio de operar bajo el manto de la impunidad.
Todos aquellos que han llegado a la silla mayor del sindicato capitalino, lo han hecho con seductoras ofertas al gremio, buenas intenciones que días más tarde –una vez con el sartén por el mango y con las manos llenas de dinero-, se transforman en autoritarismo y muchos otros apelativos donde la honestidad no tiene cabida.
Esa ha sido, es y será la constante de quienes aspiran a la dirigencia del SUCHAA, y en esa tónica Rafael Zetina Galván, alias el “Catrín”, ha construido su plataforma desde que arribó por la vía del interinato, amasando los recursos posibles para apuntalar un proyecto que hoy suma a quienes en apariencia vislumbraban como su terna adversaria, pero que en realidad no son más que peones en franca osadía de conquistar tres años de ventajosas posiciones al interior de la agrupación sureña.
Derroche de recursos –del sindicato- en magno cierre de campaña
Y esto pudo verse el día de ayer en un abarrotado “Salón de Volqueteros” que reunió a más de mil personas afines al “grupo de unidad” que representa la extensión de dominio de Rubén Pelayo Kú(defenestrado líder sindical tras una serie de acusaciones); todos ellos confabulados para darle al pueblo ‘pan y circo’ a cambio de su aval para el arribo al poder.
Ahí estaban encabezando el ostentosos cierre de campaña el “Catrín”, con el bolsillo ansioso de llegar a la Secretaría General del SUCHA por la vía única;Sergio Cetina, la “Chihua”, perfilado para el departamento de Actas y Acuerdos; Maximino Valdez “Chimino”, con la mirada puesta a Conflictos; y Abelardo Ruiz, que sin rumbo fijo le apuesta al abordaje donde se suma Julio César Castilla “Durazo”, con miras a la titularidad del Consejo de Vigilancia.
También pudo verse a un singular personaje, al Síndico Municipal del ayuntamiento de Othón P. Blanco Arturo Fernández Martínez, que no es de la simpatía de muchos, pero que busca el amor de todos ya que el termómetro indica la caída libre de su pírrica carrera política.
Todos ellos haciendo derroche de los dineros que fueron posibles acumular durante los pocos meses que Zetina Galván tuvo el control del SUCHAA, desde luego, gracias a la astucia de su incondicional Hilario Huerta, quien maneja las arcas del gremio cual monedero familiar y sin rendir cuentas a nadie; operando precisamente con las mismas artimañas que ganaron a Eliezer Argüelles Borges y Rubén Pelayo el título de corruptos.
Porque el argumento de que el magno cierre de campaña fue costeado con los bolsillos de los aspirantes en comunión, no es más que otra de las insultantes mentiras con las que ha transitado el modesto “Catrín”, presumiendo pulcritud y arrastrando corrupción.
Porque las playeras, los tacos y los refrescos que le dieron a la raza, así como el dinero dilapidado en el perifoneo que inundo la ciudad en los últimos días, representa una erogación superior a los 200 mil pesos, y esta suma solo pudo haber salido del arcón que da para eso y mucho más: del Sindicato Único de Choferes y Automóviles en Alquiler, a través del desvío de recursos.
Ni que decir de los boletos que fueron repartidos a los ahí presentes para que acudan a la función de boxing que tendrá lugar el próximo 19 de diciembre en el “Coliseo Cortijo” ubicado al interior del rancho el “Mostrenco”, propiedad del nefasto ex alcalde capitalino Carlos Mario Villanueva Tenorio, y que arroja dos deplorables lecturas: una fraudulenta erogación extra, y la intromisión del también corrupto ex edil en los asuntos del SUCHAA.
Todo parece indicar que el ‘casto’ Rafael, que el pulcro “Catrín”–y compañía- va en pos de la suerte que tuvieron sus antecesores, va en pos de elevar como la espuma su patrimonio familiar, de continuar abonándole a la quiebra del Sindicato, de acabar con el patrimonio de éste como lo hicieran sus antecesores con la venta de predios y la debacle de la gasolinera Kohunlich; de engrandecer el manto de corrupción que impera al interior del SUCHAA a cambio del pésimo servicio de transporte de alquiler que es parte ya de la cotidianidad de los chetumaleños.