Chetumal.-Como muchos otros talleres que a la fecha han proliferado para evadir sus obligaciones tributarias, el de Marcos, mecánico dedicado a la reparación de motores de lancha fuera de Borda, opera al amparo del clandestinaje y de la misma autoridad municipal al ser parte de la plantilla laboral del ayuntamiento de Othón P. Blanco.
De manera anónima, vecinos cercanos al predio ubicado en la calle Felipe Ángeles con número 353 entre Manuel M. Diéguez y Esteban B. Calderón, denunciaron ante este medio de comunicación la falta de responsabilidad del citado sujeto que, no sólo trabaja a la sombra de la informalidad, sino que no cuenta con las más mínimas medidas de seguridad.
La falta de extinguidores, el manipular productos químicos inflamables como gasolina y sus derivados, hacen de este taller clandestino una total amenaza para la cuadra, ya que incluso el propietario lo ha convertido en su cantina particular, señalan los denunciantes.
Ahí, oculto tras un portón metálico, Marcos atiende a sus compañeros de trabajo del municipio, quienes se dan sus escapadita en pleno horario laboral para disfrutar la “hora cristal”. Esta situación ocurre desde finales del 2015, fecha en que el citado sujeto “abrió” su taller.
Los vecinos temen que en una de esas acostumbradas “reuniones de trabajo”, Marcos y compañía tiren por descuido una colilla de cigarro en el lugar equivocado, y “su fiesta” acabe en un incendio que afecte a las viviendas aledañas construidas con material endeble como lámina de cartón.
Incluso -comentaron los quejosos- a fin de evitar que esta situación siga ocurriendo ya que el clandestino taller carece de medidas de seguridad, acudieron a las oficinas de Protección Civil Municipal para solicitar se haga una inspección al lugar, donde les dieron el portazo argumentando es necesario presenten un documento pues de lo contrario “nada pueden hacer”.
Por tal motivo, a través de este medio de comunicación, hacen un llamado al Alcalde capitalino, Eduardo Espinosa Abuxapqui, para que presione al personal del Protección Civil y se le dé curso a demanda, pero sobre todo para que meta orden entre su personal ya que como bien dicen: “El buen Juez por su casa empieza”.
Nota: En las imágenes puede apreciarse la manera en que opera el improvisado “taller”, y vehículos del ayuntamiento othonense estacionados en las afueras mientras los responsables hacen adoración al “Dios Baco” junto con el irresponsable Marcos.